La contradicción ante el espejo
Todo cambia en la vida, todo cambia todos los días. Solo los insensibles permanecen iguales, ya lo decía Azorín en su magnífica obra “El Político”.
No pasa un instante sin que
traigamos rectificaciones o modificaciones a nuestros juicios y pensamientos.
Las contradicciones forman parte de nuestro retrato, retrato que ante el espejo
aparece desnudo, y hay que vestirlo continuamente. Las contradicciones es el
motor de renovación y aprendizaje continuo que nos nutre. No podemos ser los
mismo a lo largo de toda la vida.