No matemos a Sócrates en la escuela

A Sócrates se le recuerda paseando por el ágora y la Acrópolis, acompañado de un séquito de aprendices y curiosos, a quienes sometía a constantes preguntas y cuestiones en aras de desarmar cualquier argumentación. (mayéutica)

Fue condenado a morir, tomando cicuta, dada su supuesta arrogancia preguntando a todos los atenienses para demostrar la ignorancia de todos ellos sobre temas religiosos y políticos, Platón y Jenofonte así nos lo cuentan…

La mayéutica consistía precisamente en acompañar a sus interlocutores hasta la toma de conciencia de la propia ignorancia y posicionarlos en el camino del conocimiento, la verdadera virtud o excelencia de los hombres. Dejemos preguntar, dejemos examinar, dejemos analizar todos los argumentos, dejemos discutir, dejemos debatir, solo así emprendemos el viaje hacia el aprendizaje, única senda...